Jhonny Esqueche, un mecánico de profesión y conductor en sus horas libres, perdió la vida de manera trágica tras convertirse en víctima de la violencia que golpea a los trabajadores del transporte público. Sus restos son velados en Lima, mientras sus familiares claman justicia y exigen a las autoridades medidas reales contra la inseguridad que afecta a miles de ciudadanos que, como él, salen cada día a ganarse la vida.
Formado en el Senati de Chiclayo, Esqueche era conocido por su carácter alegre y su entrega al trabajo. En el velorio, sus seres queridos recordaron los días en que reparaba vehículos en su taller y compartía momentos con sus dos pequeños hijos. “Era un hombre alegre, servicial, siempre pendiente de su familia”, relató su cuñado, quien también confirmó que el presidente José Jerí se comunicó con ellos para ofrecer ayuda en el traslado del cuerpo hacia su natal Chiclayo.
Familia pide medidas firmes contra la extorsión y la violencia
La familia de Esqueche lamentó que el apoyo del Gobierno haya llegado “demasiado tarde”. Su cuñado expresó que las autoridades debieron actuar antes, pues las extorsiones y cobros ilegales a transportistas eran una amenaza conocida. Según explicó, en la zona donde trabajaba el mecánico ya se habían reportado amenazas de cobros de “cupos” por parte de presuntas bandas criminales.
Entre lágrimas, los familiares pidieron que la muerte de Jhonny no quede impune y que las autoridades actúen con firmeza frente a la delincuencia. “Hoy fue mi cuñado, mañana puede ser cualquier persona que solo busca trabajar honestamente”, dijo uno de ellos. El cuerpo del mecánico será trasladado a Chiclayo, donde su madre y su padre esperan darle sepultura.


