En las calles de Lima y Callao, el robo de cables subterráneos es un delito que ha aumentado de manera alarmante, impulsado por el alto precio del cobre y otros metales en el mercado negro.
Lo más grave es que este delito afecta servicios esenciales como la electricidad, el internet y la telefonía, causando graves perjuicios a los usuarios.
Los ladrones de cables, que a menudo actúan en grupos organizados, buscan el cobre que se encuentra en el interior del cableado y para esto algunos se disfrazan de trabajadores para pasar desapercibidos y abrir buzones subterráneos, incluso a plena luz del día.
Ayer en horas de la noche, en el Callao, efectivos de la ley lograron la captura de una banda dedicada al robo de cables subterráneos. “Los topos de Cobre”, fueron capturado en flagrancia cuando extraían cables bajo tierra.
Cabe señalar que, el robo de cables no solo deja sin servicio eléctrico, de internet o telefónico a miles de hogares, empresas e instituciones, también son peligro para la vida ya que la manipulación ilegal de redes eléctricas crea riesgos de electrocución, quemaduras, incendios y explosiones, que pueden afectar tanto a los ladrones como a técnicos y vecinos.