El fuerte sismo de 6.1 que remeció Lima el domingo no solo dejó grietas en varias casas, sino también historias humanas marcadas por el miedo y la pérdida total. En el distrito de Comas, una vivienda multifamiliar ha quedado severamente afectada, al punto que Defensa Civil la ha declarado “inhabitable”.
En esta casa vivía una familia numerosa, incluyendo una mujer gestante y su pequeña hija, quien quedó atrapada en su habitación cuando el marco de la puerta de fierro se trabó durante el movimiento. “Yo vivo en el quinto piso. Cuando escuché que gritaban ‘auxilio’, bajé corriendo. La puerta no abría. Pateé hasta que logré sacarla”, relató la madre, aún conmovida.
La estructura de cinco pisos muestra grietas profundas en paredes y columnas, techos colapsados y un evidente hundimiento del piso. “La casa está inclinada, las columnas están agrietadas, y todos los cuartos presentan rajaduras. No se puede vivir aquí”, afirmó la propietaria mientras recorría los ambientes afectados.
Aunque asegura haber construido el último nivel con permisos y asesoría técnica, el daño estructural es severo. “La municipalidad me dio los parámetros, dijeron que se podían construir hasta siete pisos. Me asesoré con un arquitecto, todo estaba en regla. Pero ahora nadie nos ayuda”, denunció.
Además del daño físico, la familia enfrenta un profundo impacto emocional. Los hijos no han regresado a casa desde el sismo por miedo. “Están traumados. No quieren volver. Yo duermo con mi mamá y mi perrita en un hotel. No los veo desde hace días”, lamentó la mujer.
El muro colapsado del edificio cayó hacia otra vivienda. “Si esto le caía a alguien, lo mataba. También han colapsado tuberías, se han caído ventanas, y hay daños en casas vecinas”, advirtió.
HACE LLAMADO A AUTORIDADES
La denunciante acusa a la municipalidad de Comas de no haber fiscalizado adecuadamente la construcción original y de haber actuado con lentitud tras el desastre. “Defensa Civil vino recién al día siguiente, después de que estuve llamando toda la mañana. Solo dijeron que está inhabitable. ¿Y ahora qué?”, reclamó.
Entre lágrimas, pidió ayuda urgente a las autoridades. “No queremos solo carpas. Comemos, tenemos hijos en el colegio, necesitamos vivir dignamente. Mi mamá es mayor y no tiene sus medicinas. Que el alcalde de Comas, el ministro de Vivienda y el de la Mujer nos escuchen. No somos los únicos. Muchas casas han quedado así", dijo.