La delincuencia no da tregua ni a los comerciantes de productos básicos. Una comerciante avícola fue víctima de un robo en las primeras horas de la mañana en un mercado de San Juan de Lurigancho. Trece pollos fueron sustraídos de su puesto, representando la pérdida total de sus ganancias diarias.
El hecho quedó registrado por las cámaras de seguridad del establecimiento. En las imágenes se observa cómo dos sujetos ingresan al local, y tras verificar que no hay nadie presente, llaman a un tercer cómplice que actúa como campana. Los delincuentes aprovechan el descuido para cargar los pollos en un costal y huir sin mayor resistencia.
“Esto fue alrededor de las 6:20 a. m. Aún no había comenzado a trabajar, pero ya me habían dejado la mercadería. El vigilante, que debería estar cuidando, se había retirado a descansar”, relató la dueña del puesto.
Visiblemente afectada, la mujer explicó que este tipo de delitos golpea directamente su economía. “Esos 300 soles son un ingreso para mi hogar. Soy viuda, tengo tres hijos. Trabajo honestamente, no le robo a nadie. Lo que me pasó duele… ayer no tenía fuerzas, pero pienso en mis hijos y tengo que seguir adelante”, declaró.
ROBOS AUMENTAN DENTRO DE CENTRO DE ABASTOS
Según otros comerciantes, los robos a primeras horas del día se están volviendo más frecuentes, aprovechando que los productos ya están colocados antes de abrir el mercado. “No vivimos de crédito, todo es al día. Lo que perdemos, lo dejamos de comer”, señalaron.
Aunque para algunos se trate de una pérdida menor, para quienes viven del comercio diario, este tipo de delitos representa un duro golpe al esfuerzo de toda una jornada laboral. Los vendedores exigen mayor seguridad y vigilancia constante en los mercados del distrito.