La Policía Nacional y la Fiscalía han desarticulado una red de explotación laboral en una lujosa vivienda de La Molina, donde se encontraban retenidos 50 ciudadanos asiáticos. Según las autoridades, 47 de las víctimas se encontraban en condiciones de explotación laboral.
El inmueble, ubicado en la cuadra dos de girón la Laguna, es conocido como la "cárcel de lujo" de la organización criminal "El Dragón Rojo de Taiwán". La vivienda, valorizada entre 5 y 6 millones de dólares y con un alquiler mensual de alrededor de $4000, fue convertida en una prisión para retener a decenas de ciudadanos malayos.
Según las autoridades, la casa contaba con rejas en la planta superior y un tanque de agua de 1000 litros para garantizar el suministro de agua a los cautivos. Además, la entrada principal del inmueble estaba cubierta con triplay para evitar que se viera el ingreso y salida de personas. La organización criminal operaba un call center en la vivienda, desde donde realizaban extorsiones a ciudadanos asiáticos. Las víctimas eran traídas en minivans y descargadas en la vivienda durante la noche.
El operativo policial se llevó a cabo gracias a dos de las víctimas que lograron escapar y denunciar su situación a la comisaría de La Molina. Tras la denuncia, las autoridades llevaron a cabo un operativo que resultó en la liberación de casi 50 personas y la detención de ocho miembros de la banda, así como dos peruanos que trabajaban como seguridad para la organización. La investigación está ahora en manos de la Dirección de Trata de Personas y la Fiscalía, quienes trabajan para desentrañar la red de extorsiones dirigidas a ciudadanos asiáticos.
En base a información de las autoridades, la organización criminal "El Dragón Rojo" ha estado operando en el país durante varios años, inicialmente extorsionando a dueños de restaurantes chinos, antes de expandir sus operaciones a la extorsión internacional. La identificación de los miembros de la banda se realiza principalmente a través de los tatuajes que llevan en la espalda y los antebrazos.
De acuerdo a la Policía, la banda busca siempre el anonimato, por lo que eligieron una zona exclusiva como La Molina para operar. El caso continúa en investigación y las autoridades esperan identificar a todos los miembros de la organización criminal y desarticular completamente la red de explotación.