En solo tres segundos se derrumbó el esfuerzo de 20 años que le costó construir a Victoria Gallegos.Tras la crecida del cauce, la base de su vivienda terminó por ceder y fue devorada por el río Rímac.
Así como la señora Victoria, otras 30 familias que viven en la ribera del caudal tuvieron que ser evacuadas por el riesgo de que sus casas sean arrastradas por la corriente del río. Todas las casas ubicadas en la ribera fueron declaradas inahabilitadas por el Ejército y la municipalidad de Chosica.
Las personas que viven en la zona de de Pablo Patrón no solo deben luchar contra la furia del "río Hablador" sino también con el riesgo de que se active nuevamente la quebrada que está a pocos metros de los inmuebles afectados.
El alcalde de Chosica, Oswaldo Vargas llegó hasta el lugar para comprometerse a apoyar a los vecinos damnificados. La autoridad edil informó que hasta la fecha se han activado 20 quebradas en Chosica y habrían puentes peatonales que estaráan en riesgo de colapsar.