¡Preste atención! La entrevista de trabajo es una conversación donde te preguntarán sobre la persona que más conoces: tú. Por ello, la motivación, la energía y el potencial, son fundamentales en el proceso, y esto lo demostramos comentando cómo están alineados nuestros propósitos profesionales y personales con la visión y misión de la organización.
Un 80% de las preguntas que te hacen en una entrevista son las mismas. Entonces ¿por qué no sabemos ofrecer nuestros logros y experiencia de forma efectiva? Y es que algunas veces ponemos las entrevistas en un pedestal tan alto que nos bloquea o paraliza. En ese sentido, Alfredo Alfaro, consultor de empleabilidad, brinda algunas recomendaciones:
1- Ser demasiado humilde
¿Por qué deberíamos contratarte? Esta es una pregunta donde debes alabarte un poco y ser menos humilde. Fundamenta tus respuestas en cumplimiento de objetivos, experiencia y fortalezas.
Es una pregunta regalo, para demostrar qué te hace único y estratégico para la empresa. El CV afirma tu valor, en la entrevista lo reafirmas.
2- No identificar las preguntas trampa
¿Cuáles son tus debilidades?, ¿Por qué no deberíamos contratarte? Es la misma pregunta, entonces da la misma respuesta. No respondas debilidades distintas. Solo debes decir una, máximo dos y contar cómo estás trabajando para mejorarlas.
3- Dejar que el entrevistador regule tu energía
Te vas a encontrar con los cuatro tipos de reclutadores: Los preguntones, los que te dan confianza desde el inicio, los que no tienen tiempo y aquellos que no saben cómo entrevistar. Sea cual fuera el escenario, no puede afectar tu esencia y lo que tienes que decir.
Recuerda que es una conversación de dos personas, puedes hacer preguntas estratégicas para dinamizar la entrevista.