Un trabajadora de 46 años que regresaba a su casa en Huaycán a bordo de un bus de transporte público se convirtió en una nueva víctima de la violencia contra la mujer.
Todo se inició cuando debido al cansancio, la fémina se quedó dormida sin presagiar que su estado de vulnerabilidad sería aprovechado por un depravado sexual a quien poco le importó cometer su delito a vista y paciencia del resto de pasajeros.
Armándose de valor logró sacar su celular y comenzó a increpar al sujeto. Sin embargo en un descuido, el hombre logró bajarse de la unidad. Al no poder hacer nada para retener a su agresor, la mujer acudió a la comisaría de Huaycán donde puso la denuncia contra el depravado sexual, a quien tras cinco días de registrado el delito, la Policía aún no ha podido capturarlo.
La víctima viene recibiendo ayuda psicológica de parte del Ministerio de la Mujer, sin embargo, espera ver tras las rejas cuanto antes a su agresor para evitar que más mujeres se conviertan en nuevas víctimas de este criminal.
