Actuaban impunemente desde hace varios meses, se hacían llamar “Los miserables venecos de San Juan de Lurigancho” por la violencia y habilidad con la que robaban, sus principales víctimas eran transeúntes y los conductores de los mototaxis.
Estos delincuentes se hacían pasar como pasajeros para llevar a los choferes de los mototaxis hasta lugares solitarios donde finalmente les robaban. En su último atraco, le rompieron la cabeza para robarle la unidad móvil y sus pertenencias a su víctima.
Intensa persecución
Los criminales fueron identificados como Anselmo Zea Pacheco, Erick José Colina Contreras, ambos de 21 años y Julianys Pérez Gutiérrez de 18, quienes fueron intervenidos por la Unidad del Escuadrón de Emergencia, tras una intensa persecución.