Las largas colas continúan en los exteriores de la empresa Criogas del empresario Luis Barsallo, donde esperan que se reabran las puertas para rellenar sus balones, luego que en un comunicado anunciara que no atendería el día de ayer jueves 28.
Muchos llevan dos días o más esperando ser atendidos, pero el gran problema es no poder identificar a las mafias que se hacen pasar por familiares de pacientes COVID-19 para rellenar sus balones y venderlos en el mercado negro.
Según Luis Barsallo, dijo que 6 de cada 10 personas eran mafias que fingen ser familiares de pacientes COVID-19, esta situación y la falta de garantías provocó que decidiera cerrar su empresa el día de ayer.