Las familias más vulnerables aún continúan padeciendo tras el desconfinamiento en medio de la pandemia del COVID-19. En Villa María del Trunfo, los vecinos del asentamiento humano José Gálvez solo tienen una olla común para alimentarse y protegerse del frío.
Ellos cocinan con leña y solo pueden desayunar un poco de quinua por falta de recursos, incluso cuando tienen niños pequeños y hasta recién nacidos que alimentar. Cualquier ayuda puede comunicarse al 952 672 929.
De otro lado, en San Juan de Miraflores, el comedor popular BDP, en el asentamiento humano Batanero, se encuentra afectado por los excesivos cobros de electricidad que han recibido.