Un minucioso trabajo de investigación permitió a la policía desarticular una temible banda de delincuentes que se había convertido en el terror de las barberías de la zona este de Lima. ‘Los injertos de Mariscal’ tenían como único blanco este tipo de negocios.
La banda, integrada por un peruano, un venezolano y una menor de edad, fue registrada en todo su violento accionar atacando uno de estos locales. La función de la adolescente no solo era la de ‘pastear’ a sus objetivos. También revendía todo lo robado horas antes.
Todo quedó registrado por los efectivos encubiertos en el Mercado 10 de la avenida Canto Grande. Yorliza, dueña de la barbería que en reiteradas ocasiones ha sido víctima de estos asaltantes, solo tiene ahora lágrimas de impotencia por lo perdido, mucho trabajo para recuperarse y la esperanza de que estos sujetos nunca más vuelvan a las calles.