Unos fiscalizadores del municipio de Ate intervinieron a una pareja de esposos de 70 años quienes vendían golosinas en puerta de un plantel escolar. Testigos de la intervención indicaron que los fiscalizadores les arrebataron sus productos. El esposo de la comerciante intentó recuperar sus pertenencias, pero no se lo permitieron.
Todo fue registrado por los transeúntes quienes se indignaron por la actitud de los trabajadores municipales. Cabe señalar que la comerciante tiene más de 30 años vendiendo sus golosinas en los exteriores de este conocido colegio ubicado en la avenida Los Ingenieros.
Los padres de familia del colegio, rechazaron la actitud de los trabajadores municipales y por su parte los vendedores ambulantes aseguraron que en varias oportunidades han pedido a la municipalidad formalizarse, pero hasta el momento su solicitud fue rechazada.