El incendio registrado la madrugada del viernes en la comunidad shipibo-konibo en Cantagallo, dejó más de 436 viviendas destruidas y al menos 2,000 personas damnificadas.
Representantes de la comunidad sostienen que las familias están en desacuerdo con el traslado a la zona de Martinete. Su preocupación radica en el temor de que no puedan regresar al terreno de Cantagallo, afirman.
Como se sabe, la Municipalidad de Lima anunció hace unos días que los afectados serán trasladados a una zona de la urbanización Martinete, en Barrios Altos, para alojarse temporalmente en los ambientes proporcionados.
