Hace unos días el especialista Gianfranco Vargas, advirtió que el exceso de agua estaría matando a los más de 1500 árboles de olivo que existen en el parque El Olivar.
El problema radica desde 1959 cuando el parque fue declarado monumento nacional y se decidió plantar jardines alrededor de los árboles. Para mantener vivo el césped requiere ser regado dos veces por semana mientras que el olivo, apenas una o dos veces al mes.
Para preservar la vida del olivo, sin quitar las áreas verdes, el alcalde de San Isidro, Manuel Velarde, dispuso que los árboles reciban un tratamiento especial. El burgomaestre dijo que además se remplazará el césped por otro pasto que no requiere tanta agua para prolongar la supervivencia de la especie.
El plan piloto será ejecutado con 11 árboles, que cuentan con más de 300 años de antigüedad.