El gobierno del Reino Unido cree que el Kremlin tendría en marcha una estrategia para sabotear las conexiones que suministran internet a toda Europa. Esto en represalia a los países que apoyan a Ucrania en la guerra frente a Rusia.
La primera ministra, Elizabeth Truss ordenó que se envíen buques de guerra al mar del Norte para vigilar sus redes submarinas de infraestructuras básicas. Esto ocurrió luego de que los gasoductos Nord Stream 1 y 2 en el Báltico fueran dañados.
Y es que occidente cree que Rusia está detrás de una campaña para imponer su dominio absoluto en el suministro de energía de los países que apoyan a Ucrania, acusación que Rusia negó.