Desde el pasado 19 de setiembre el volcán Cumbre Vieja, ubicado en la isla canaria de La Palma, no ha dejado de erupcionar, por lo que ahora el magma avanza hasta el barrio de La Laguna, donde casas de 1,200 vecinos, que ya abandonaron el lugar, están en riesgo.
Pero el paso de la lava también ha destruido plantaciones de plátanos, y ahora pone en peligro de destrucción la iglesia de la isla española. Otra preocupación de la población es la desaparición de unos perros que han quedado atrapados en un terreno cercado, pero de los que ya no hay rastro.
Hasta el momento, el volcán ha arrasado casi 800 hectáreas de terreno, además, ha provocado una serie de sismos. En las últimas horas se han detectado 70 sismos, el más fuerte fue de 4.8 de magnitud, para los expertos, esto obedece a que el volcán seguirá recargándose de lava.