La lucha contra el virus avanza de manera distinta en cada país. Pese a que hasta el momento 720 millones de personas han recibido al menos una dosis de alguna vacuna en el mundo, una gran cantidad de naciones aún no tienen acceso al inmunizante.
Los doctores de la primera línea en países africanos como Chad, Tanzania o Burkina Faso no están vacunados. La falta de medidas para controlar el coronavirus, sumado a la paupérrima capacidad del sistema de salud y el mal rastreo de contagios, han impedido hacer un correcto seguimiento de la magnitud de la enfermedad en estas regiones.
Los expertos alertan que en estos países sin control el virus podría mutar y convertirse en una enfermedad más dañina, asimismo, podría hacerse inmune a las vacunas disponibles.
