Rompió su silencio. Desde el Reino Unido, el príncipe William, nieto de la reina Isabel II y segundo en la línea de sucesión a la corona británica, rechazó e las acusaciones de racismo vertidas por los duques de Sussex, El príncipe Harry y su esposa Meghan Markle, al afirmar que "no somos una familia racista".
El duque de Cambridge hizo esta breve afirmación durante una visita a una escuela en el este de Londres, donde le preguntaron por la entrevista que su hermano.
Como se sabe, Meghan Markle, que es mestiza, reveló que un miembro de la familia real no identificado cuestionó en su día el color de la piel del hijo de la pareja, Archie, de casi 2 años de edad.