La Amazonía brasileña es dañada por incendios forestales, cuyos efectos también se sienten en países vecinos, como Paraguay y Bolivia, en lo que va del año se han registrado más de 70 mil focos que equivalen a un incremento del 83% con respecto al año anterior.
Las llamas han consumido árboles, han provocado la muerte de animales, cultivos incluso afectan la salud de algunos ciudadanos quienes aseguran tienen dificultades para respirar.
Esta crítica situación también deja estragos en Sao Paulo, donde el cielo se oscureció en horas de la tarde porque hubo una mezcla entre las condiciones climáticas y el humo, según explicaron algunos meteorólogos.