No quieren a Julian Assange. El presidente de Ecuador, Lenín Moreno, acusó al fundador de WikiLeaks de hackear su teléfono y de actuar contra el país, lo que, en consecuencia, supone una nueva violación de las condiciones de asilo que le permiten seguir en la embajada ecuatoriana en Londres.
Todo esto ocurre después de que en la última semana se filtraran en las redes sociales documentos, imágenes, capturas de pantallas, vídeos e incluso conversaciones del presidente ecuatoriano, extraídos supuestamente de su teléfono.
Las filtraciones han alimentado una investigación contra Moreno en relación con una presunta trama para la adquisición de bienes a través de empresas fantasmas en paraísos fiscales, y que estarían involucradas en lavado de activos.
Desde octubre se aplica un protocolo para regular estancia de Assange, asilado desde el 2012, en la embajada ecuatoriana, ante lo que se considera constantes injerencias en los asuntos de ésta y otras naciones.
