El Brasil, se decretó el "estado de crisis" en Río de Janeiro por las fuertes lluvias, que viene siendo azotada por vientos de hasta 110 km por hora, que provocaron inundaciones, derribaron árboles y crearon temor de deslizamientos de terrenos en las favelas. El Centro de Operaciones de Río (COR) pidió a los cariocas "desplazarse solamente en caso de extrema necesidad", advertir a las autoridades si aparecen "señales de rajaduras" en las viviendas y estar atentos "a las alarmas" que avisan de riesgo de deslizamientos.
La zona más turística de la ciudad, lujosos barrios residenciales y las favelas de esa parte de la ciudad fueron de las más castigadas.
Cabe indicar que en la favela de Rocinha, la más grande de la ciudad, cayeron 153,2 milímetros de agua en cuatro horas, más de la mitad de la media histórica de febrero.