Una vez más colmaron la Plaza de Mayo y sus alrededores, contra el fallo dictado la semana pasada por la Corte Suprema, que concedió el beneficio del 2x1 a un represor.
Con pancartas y arengas expresaron su rechazo contra una sentencia del Tribunal Supremo que podría disminuir el tiempo de cárcel para los condenados por abusos a los derechos humanos, durante el año 1976 a 1983 en la que la dictadura militar.
Tras el fallo las críticas se sumaron a las protestas y el Congreso aprobó una ley para bloquear futuras reducciones de penas por homicidios, torturas, secuestros y otras violaciones de los derechos humanos durante la llamada ‘guerra sucia’.
Incluso el presidente Mauricio Macri felicitó la medida que frena la ley. Considerada la ‘marcha de pañuelos’, las madres y abuelas de Plaza de Mayo permitieron por primera vez que los manifestantes se ataran en el cuello los pañuelos que las representan y que son el símbolo más importantes de la lucha por los derechos humanos en el país.