Cientos de personas salieron a las calles para pedir la detención de bombardeos efectuados por aviones sirios y rusos a la ciudad siria de Alepo.
Apostados frente a la residencia de la primera ministra británica, Theresa May, los ciudadanos pidieron salvar a los niños de ese país. Incluso, los más pequeños reunieron osos de peluche como símbolo de los menores atrapados en las ruinas de Alepo y el conflicto armado.
Los manifestantes, entre quienes estaba la actriz Carey Mulligan, exigieron sanciones contra Rusia para la prohibición de vuelos al lugar a fin de proteger a la población civil.