Continúan con los trabajos de remoción de lodo dentro de las viviendas tras las fuertes lluvias que han dejado tres muertos y un desaparecido en Grecia.
Varios de los afectados se han visto incluso en la necesidad de sacar sus cosas debido a los metros de barro que inundan sus casas. Otros objetos simplemente lucen inservibles.
Las lluvias han afectado, además, el campo de refugiados de Katsikas, donde 500 personas han abandonado el lugar debido a las malas condiciones climáticas y, ahora, duermen a la intemperie.