Apenas horas después del derribo de un helicóptero ruso en Idlib, un grupo de voluntarios que desarrolla labores de rescate en Siria, denunció un supuesto bombardeo con sustancias químicas en la localidad de Saraqeb, al este de la provincia Siria.
Según la Defensa Civil del país, unas 33 personas, las mayoría mujeres y niños, fueron afectados con un gas toxico en la zona controlada por grupos rebeldes. Incluso se publicó un video que muestra a las supuestas víctimas del ataque con máscaras de oxígeno debido a las dificultades para respirar.
Barriles cargados con botes de cloro y bolas de hierro habrían sido arrojados desde un helicóptero, de acuerdo a la información manejada por la defensa civil siria. Además de este presunto ataque, el observatorio sirio de derechos humanos denunció la muerte de decenas de personas tras una serie de bombardeos de aviones rusos
