La falta de planificación en Lima ha propiciado que las personas se obliguen a poner nombres prácticos y, en algunos casos, hilarantes a los paraderos de la capital, los que al pasar los años no han cambiado sino que se han oficializado por algunas municipalidades.
En el siguiente reportaje, Al Sexto Día hará un breve recuento de los ingeniosos nombres que la misma gente, por la fuerza del uso y la costumbre, se han perennizado hasta el día de hoy. De esta manera, en Lima se pueden encontrar paraderos con curiosos nombres como Lechón, Pilas, Camote, Charapita, Caseta, entre otros.
Cabe resaltar que muchos de estos nombres no se crearon al azar pues, por poner un ejemplo, el paradero Lechón habría nacido por un camal de cerdos que se encuentra en ese lugar, así también, el paradero Pilas tuvo su origen por una antigua fábrica de pilas llamada National que en los años 80 eran fabricadas cerca a ese paradero.