Las novedosas cápsulas están fabricadas con extracto de algas y cloruro, son ecológicas y económicas y hacen posible algo que nadie pudo imaginar jamás, comer agua. El invento consiste en un envase comestible, biodegradable, flexible y esférico que contienen agua. Lo más llamativo es que para beberlas primero hay que morderlas.
Sus creadores la definen como una alternativa de envasado sostenible a las botellas y vasos de plástico, es totalmente biodegradable y natural que realmente se puede comer.
Cabe resaltar que este innovador producto es un proyecto del Instituto Europeo de Innovación y Tecnología que opera desde el Colegio Imperial de Londres.