El congresista José Luna Gálvez, líder del partido Podemos Perú, despliega su sonrisa más amplia en redes sociales mientras recorre distintas ciudades del país, en una evidente campaña rumbo a las elecciones presidenciales. Sin embargo, su intento por ganar simpatía popular ocurre en paralelo a una serie de estrategias legales con las que busca anular los procesos penales en su contra, que incluyen delitos como organización criminal, tráfico de influencias y enriquecimiento ilícito.
Según revelaciones periodísticas, Luna Gálvez habría tejido una red de poder que le permitió influir en organismos como la ONPE, a través de la colocación de funcionarios estratégicos. El periodista Marco Vásquez señaló que el legislador habría contratado a personajes clave con poder de decisión en el sistema electoral, como consejeros y operadores vinculados a los “Cuellos Blancos del Puerto”. Con estas maniobras, se le acusa de haber buscado garantizar la inscripción y el control de su partido político.
Actualmente, el parlamentario intenta desestabilizar su caso judicial mediante una tutela presentada ante el Tribunal Constitucional. Además, ha recurrido a la Corte Suprema para que se le excluya del delito de crimen organizado y pretende anular todas las investigaciones activas. Mientras tanto, continúa libre gracias a decisiones judiciales que le otorgan comparecencia simple en algunos casos y que incluso han sido apeladas por el Ministerio Público, como ocurrió el pasado 24 de junio.
SE PRONUNCIA PERCY MEDINA
Analistas como Percy Medina advierten que figuras con procesos penales aprovechan sus cargos públicos para dilatar o incluso entorpecer las investigaciones en su contra. “La elección representa una oportunidad para lograr impunidad o ganar poder que influya en su situación procesal”, explicó. En ese contexto, preocupa que personajes con conexiones con economías ilegales intenten enquistarse en el poder, usando la política como escudo ante la justicia.