El Gobierno amplió este viernes el estado de emergencia a los distritos de Santa Rosa y Rímac, sumándolos a la lista de zonas en Lima y Callao donde se han intensificado las medidas de seguridad debido al incremento de casos de extorsión a transportistas. El ministro del Interior, Juan José Santiváñez, reveló que se están realizando las últimas evaluaciones para instaurar un toque de queda en algunos de estos distritos, medida que podría ser anunciada en las próximas horas a través del diario oficial El Peruano.
INCREMENTO DEL CRIMEN
La decisión del Ejecutivo se da en respuesta a la creciente ola de inseguridad que azota la capital peruana. Ayer, jueves, se declaró el estado de emergencia en distritos como Ate, Villa El Salvador, Puente Piedra y San Juan de Lurigancho, así como en Ventanilla, en el Callao. Con esta medida, se busca reforzar la presencia policial y militar en las calles, suspendiendo temporalmente ciertos derechos constitucionales para permitir un accionar más efectivo de las fuerzas del orden.
“Estamos considerando la implementación del toque de queda, ya que un estado de emergencia conlleva la suspensión de derechos constitucionales”, explicó Santiváñez en una entrevista para RPP. El ministro agregó que se está evaluando el horario y las condiciones de esta medida, la cual sería oficializada próximamente para evitar un mayor desborde de la criminalidad.
También fue consultado sobre su posible renuncia en caso de que el plan de emergencia no dé los resultados esperados. Santiváñez afirmó que confía plenamente en las acciones que se están tomando y que, de darse un escenario adverso, pondría su cargo a disposición de la presidenta Dina Boluarte para que se tomen las decisiones pertinentes. “Estamos trabajando absolutamente fuerte con respecto a este tema. Creo en el plan que estamos estructurando”, señaló. Entre las medidas incluidas en este plan está la ampliación del penal de Challapalca para trasladar a sentenciados por sicariato, secuestro y extorsión.
La ciudadanía se mantiene expectante ante los posibles anuncios sobre el toque de queda y las medidas de seguridad adicionales, en un contexto donde la criminalidad sigue siendo una de las principales preocupaciones en la capital peruana.