En el corazón del norte peruano, Trujillo fue mucho más que un destino para Robert Prevost, quien hoy ostenta el título de Papa León XIV. Fue el punto de partida espiritual que lo formó y lo preparó para liderar la Iglesia Católica a nivel mundial.
Entre 1988 y 1999, el ahora Papa León XIV jugó un papel fundamental en la formación religiosa de toda una generación. Durante esos años, se desempeñó como Prior de la comunidad agustiniana, director de formación y maestro de profesos. En la capilla Santa Rita de Cascia, que él mismo fundó y donde vivió, se consolidó su vinculación con la comunidad, participando activamente en las misas, fiestas y matrimonios.
Los recuerdos de los feligreses trujillanos son imborrables. “Era muy buena gente, muy servicial”, recuerda uno de ellos, quien aún guarda una cámara fotográfica que el Papa le regaló después de que él le tomara fotos durante las celebraciones. “Se preocupaba mucho por los pobres, siempre los visitaba en los pueblos jóvenes”, añadió otro testimonio, destacando la humildad y cercanía del futuro Papa.
ESPERAN QUE EL PAPA LEÓN XIV REGRESE A TRUJILLO
Para la comunidad agustiniana de Santa María y los habitantes de Trujillo, la figura del Papa León XIV es recordada con cariño y gratitud. Años después de haber dejado la ciudad, la familia agustiniana aún guarda la esperanza de que el Papa pueda regresar para reencontrarse con aquellos que lo acompañaron en sus primeros pasos hacia el sacerdocio.
