La problemática de la extorsión a transportistas, que llevó a un paro en Lima el último jueves, ha comenzado a extenderse a otras regiones del Perú. En Arequipa, un grupo de taxistas ha empezado a recibir amenazas y exigencias de pagos ilegales, conocidos como "cupos", que oscilan entre los 5 y 10 soles, para poder trabajar en sectores comerciales como Andrés Avelino Cáceres, Río Seco y Miraflores.
DENUNCIAS SIN RESULTADOS
Adolfo Paco, presidente de la Cámara de Empresas de Taxis de Arequipa, expresó su preocupación por la falta de avance en las investigaciones a pesar de las denuncias presentadas. "El año pasado mi gremio recibió una queja preocupante ya que habría recibido amenazas en su domicilio, celular. La policía nos solicitó capturas de pantalla, lo hemos hecho, pero hasta ahora solo está en etapa de investigación”, comentó Paco, quien señala que al menos diez taxistas han denunciado ser víctimas de extorsión.
Según el dirigente, la situación podría ser aún más grave, ya que algunos conductores no se atreven a denunciar por miedo a represalias y por la desconfianza en la efectividad de la policía. "Hay un temor a que las denuncias no prosperen, lo que desalienta y permite que la denuncia no continúe", añadió.
UN PROBLEMA EN EXPANSIÓN
Paco advirtió que, de no tomarse medidas inmediatas, la situación en Arequipa podría agravarse hasta alcanzar niveles similares a los de Lima. La falta de acciones concretas por parte de las autoridades podría llevar a un aumento en la cantidad de transportistas afectados y, en consecuencia, a un incremento en la inseguridad y el caos en el transporte urbano de la región.