En Cajamarca, un rondero de la base de rondas campesinas de Chuat, de la provincia de San Miguel, fue castigado a chicotazos junto a su cómplice, por haber matado a una vaca preñada.
Según la dueña del animal, estos sujetos habían sido contratados por su tía con quien mantuvo una discusión días antes.
Tras reconocer su delito, los detenidos recibieron varios latigazos y pidieron disculpas a la afectada y se comprometieron a cancelar la suma de 3 mil soles por matar a la vaca.