Era imposible no conmoverse ante su llanto desconsolado y verlo con su hijo a cuestas, pidiendo ayuda para su esposa que estaba con leucemia.
Jean Paul Ventura, de 30 años, contaba así el drama de su vida. De inmediato los pobladores de Ica comenzaron una cruzada solidaria para este hombre.
Dinero, víveres, palabras de aliento y un puesto de trabajo era la ayuda que recibía de parte de las personas. Dos días después, el mismo sujeto apareció en Chancay, pidiendo nuevamente ayuda.
Las personas notaron que algo no iba bien y mediante las redes sociales lo identificaron. La policía lo intervino por el presunto delito de estafa, trasladándolo a la comisaría.
Hasta aquí llegaron algunas personas que lo habían ayudado para exigirle que les devuelva el dinero que desinteresadamente le habían donado.
Hasta la dependencia policial también llego su esposa, que manifestó que se encontraba bien de salud y que desconocía todo lo estaba pasando.
