El país atravesó un día complicado tras el anuncio del cierre inmediato de todas las fronteras para luchar contra la expansión del coronavirus en Perú, medida extraordinaria que forma parte del decreto de emergencia nacional declarado por el presidente de la República, Martín Vizcarra.
En el terminal terrestre de Arequipa, cientos de pasajeros buscaban desesperadamente pasajes para viajar a las diferentes regiones del país, sin embargo la alta demanda provocó el incremento excesivo del costo de los boletos. Mientras que, en el Aeropuerto Internacional Alfredo Rodríguez Ballón el acceso era restringido, sólo podían ingresar las personas que iban a viajar.
En Piura los pasajeros denunciaron que los pasajes disponibles habían triplicado su precio.
El Aeropuerto Internacional Coronel FAP Francisco Secada Vignetta en Iquitos, superó su aforo, las personas intentaban regresar a su lugar de origen lo más pronto posible. En el puerto Masusa las operaciones de carga y descarga se realizaron de manera normal.
En el balneario de Bellavista Nanay los operadores fluviales transportistas de pasajeros, manifestaron su desesperación: “Quince días son preocupantes para nosotros, la medida solo beneficia a las personas que trabajan en empresas y cobraran semanalmente, nosotros tenemos que esperar la voluntad de Dios”, afirmó uno de los trabajadores.
En Tacna las personas que solicitaban regresar a sus provincias, también denunciaron que el costo de los boletos había incrementado.
En Juliaca los turistas llegaban al aeropuerto para viajar a sus destinos, sin embargo el acceso era restringido.
Al norte del país, en el terminal de buses en Chiclayo, las filas eran largas y los usuarios buscaban pasajes para retornar a su lugar de origen antes de la media noche.
Una situación completamente distinta se vivió en Huancayo, en este terminal no existió multitud y eran muy pocos los que pretendían retornar a la capital. En el terminal terrestre de Huacho la situación fue similar.
