Miles de peruanos visitaron el cementario más grande de Sudamérica "Nueva Esperanza" ubicado en Villa María del Triunfo. A ritmo de Huayno, lágrimas y sonrisas; la multitud se congregó en cada tumba para acompañar a sus difuntos, quienes no están presentes en vida, pero sí en sus corazones.
Como el caso del señor Víctor, un hombre que hace más se 20 años viene hasta este lugar para limpiar la tumba de su amado hijo, dejarle flores y contarle cómo van sus días sin él.
Sin embargo, una costumbre que la municipalidad del distrito ha eliminado es el ingreso de bebidas alcohólicas al interior del Camposanto. Y un detalle no menor a considerar es que esta misma comuna, ha empezado a cobrar 80 soles para dar pase libre a los ambulantes a este cementerio que alberga más de 1 millón de tumbas.