En Piura, el sacerdote, José Chero, es quizá el único que se ha unido a una campaña de solidaridad, para obtener recursos y culminar la construcción de un local que han logrado obtener, donde decenas de niños esperan que en esta navidad el corazón de las autoridades y empresarios se ablande y les de como regalo, un poco de atención.
Estos niños tiernos e inocentes, incluso deben trasladarse por horas en brazo de sus padres para llegar hasta este centro, es por ellos que ellos piden la ayuda de las autoridades.
Mientras muchos niños esperan con ansias la navidad para recibir un juguete y correr detrás de Santa Claus, estos pequeños con distintas discapacidades solo piden un poco de atención.
El local solo cuenta con dos terapeutas que atienden con paciencia y profesionalismo a los menores, cuyos sueldos, si se pueden llamar así, son cubiertos con rifas y bingos que realiza la asociación para cubrir al menos sus viáticos.
Cabe indicar que este centro de rehabilitación llamado “Sonrisas Felices”, se encuentra ubicado en el distrito de Tambogrande y recibe a diario hasta cincuenta niños con discapacidad y aunque el corazón es grande y noble , la logística y personal son muy escasos.
