Un terrible hallazgo sorprendió a los pobladores en Cajamarca luego que un grupo de pobladores encontrara restos óseos y prendas quemadas en un descampado del centro poblado Tual. La ropa hallada pertenecía a Edita Cueva Zamora una madre y de sus dos hijos, que desaparecieron en extrañas circunstancias. El principal sospechoso de este crimen era Alejandro Herrera Flores, quien luego de salir penal fue acogido en casa de su nuera.
Por su parte los familiares de la víctima, pidieron apoyo a las rondas urbanas y campesinas de Cajamarca y Bambamarca, y tras una incasable búsqueda capturaron al suegro, que habría confesado su crimen.
Según representantes de las rondas, el detenido abuso de Edita Cueva, en varias oportunidades hasta dejarla embarazada, la victima lo amenazó con denunciarlo y fue entonces que la asesino a golpes y luego la metió junto a sus pequeños en un cilindro lleno de combustible. El asesino confeso junto a quien sería su cómplice fueron paseados por las calles de Bambamarca en medio de un tumulto de gente.
Tras esto los detenidos fueron entregados a la policía que continúan con las investigaciones, en tanto los deudos y los ronderos exigieron que se haga justicia.