Las torrenciales lluvias que azotan Lambayeque no solo han afectado viviendas y hectáreas de cultivos. Las aguas también han anegado el histórico cementero de Túcume, cuyos pabellones se han visto seriamente dañados. Por tal motivo, este camposanto que fue construido hace 126 años ha cerrado sus puertas temporalmente.
Las autoridades locales han iniciado con el trabajo de empadronamiento a los familiares de los difuntos cuyos restos reposan en el cementerio, pues se evalúa trasladar los ataúdes a zonas más seguras. De no encontrar espacio suficiente para todos, se evalúa llevar los cadáveres a una fosa común previa autorización de sus parientes.
Las intensas precipitaciones en esta parte del país continúa registrándose y este viernes el Centro de Operaciones de Emergencia Nacional (COEN) ha informado que los aguaceros persistirán durante tres semanas más. Por eso, la recomendación de las autoridades es mantenerse alerta todo el tiempo ante posibles nuevas inundaciones.