Nadine Heredia fue nombrada por la FAO como embajadora de la quinua entre el 2013 y el 2014. El objetivo era impulsar nuestro grano milenario a través de una campaña responsable. Sin embargo, eso no sucedió. Por el contrario, se trabajó sin planificación ni promoción efectiva. Esto, por supuesto, trajo consecuencias.
La producción del llamado grano de oro se incrementó en algunos casos hasta el doble y en otros mucho más. El resultado fue que su precio disminuyó a la mitad, perjudicando a quienes apostaron por la embajadora de la quinua y su discurso.
Hubo casos en que la quinua tuvo que rematarse a un sol y dos soles el kilo. Atrás habían quedado las promesas de buenas ganancias y acceso a mercados internacionales. Este era el discurso de la flamante embajadora de la quinua.
La FAO, entidad dependiente de las Naciones Unidas, dio cuenta de que Nadine Heredia asumirá como su funcionaria en las próximas horas. En su hoja de vida resaltan que fue embajadora de la quinua durante dos años.
Sin embargo, para miles de agricultores peruanos Nadine como embajadora simplemente fracasó. Y es que los arrastró a hacer grandes inversiones que en lugar de ganancias les dejó grandes deudas.