El colapso parcial registrado en la avenida Néstor Gambetta, en el distrito de Ventanilla, continúa generando alarma entre los vecinos y transportistas que utilizan a diario esta ruta clave para conectar el Callao con la Panamericana Norte y Lima Metropolitana. Las grietas y hundimientos que han ido apareciendo en los últimos años reflejan un deterioro progresivo de la infraestructura y la falta de mantenimiento, agravando el riesgo para quienes transitan por la zona.
Riesgo latente y antecedentes técnicos
De acuerdo con informes elaborados por Provías Nacional en 2018, el tramo afectado ya presentaba signos de inestabilidad geológica, una advertencia que no habría recibido la atención oportuna. Un año después, en 2019, una sección de la vía colapsó, lo que motivó obras de reparación iniciadas en 2020. Sin embargo, las excavaciones efectuadas en terrenos privados adyacentes, vendidos en paralelo al desarrollo de los trabajos, habrían acelerado el debilitamiento del talud.
Hoy, los daños se extienden a viviendas y comercios cercanos, mientras la circulación vehicular enfrenta desvíos y congestión permanente. Los vecinos expresan su preocupación por la posibilidad de nuevos deslizamientos, especialmente ante la falta de señalización adecuada y el desnivel pronunciado en algunos sectores. Los transportistas advierten que esta situación no solo incrementa el tiempo de viaje, sino también el riesgo de accidentes.
El ingeniero civil Alberto Ramírez planteó la necesidad de declarar en emergencia el tramo afectado para elaborar de inmediato un expediente técnico que permita la rehabilitación integral de la vía. Mientras tanto, las autoridades del Callao y del Ministerio de Transportes y Comunicaciones deben evaluar rutas alternas en condiciones seguras y garantizar medidas preventivas antes de que ocurra una tragedia mayor.


