Ni el estado de emergencia ha logrado frenar el accionar violento de las bandas extorsionadoras en Lima Norte. En el distrito de San Martín de Porres, un gimnasio ha sido atacado a balazos en dos oportunidades en apenas once días. Los delincuentes, que exigen el pago de 40 mil soles, dispararon primero contra el segundo piso del local y luego, la madrugada del domingo, contra el tercer nivel del establecimiento ubicado en la avenida Germán Aguirre.
Las cámaras de seguridad registraron el segundo ataque: un hombre armado camina con total libertad por la vía pública antes de abrir fuego contra el negocio, sin importarle la presencia policial ni las restricciones del estado de emergencia. “Cierran el tráfico, se mueven con seguridad, como si supieran que nadie los va a detener”, relató el dueño del gimnasio, quien afirma sentirse abandonado por las autoridades. “Pagamos impuestos, generamos empleo, pero nos dejan desprotegidos”, lamentó.
Tras los ataques, el empresario decidió reforzar las medidas de seguridad. Ahora, los usuarios deben ingresar plenamente identificados y sin gorras, capuchas o cascos. El propio propietario ha debido adoptar medidas extremas: “Uso chaleco antibalas todos los días. Nunca pensé llegar a esto”, confesó ante cámaras, asegurando que también su familia debe protegerse ante posibles represalias.
CERRADO TEMPORALMENTE
Pese al miedo, varios clientes continúan apoyando al gimnasio, aunque reconocen su temor. “¿Dónde está el presidente Jerí? ¿Dónde está el estado de emergencia?”, reclamó una usuaria indignada. Otro cliente confesó que dejó de asistir por temor. Por ahora, el establecimiento ha decidido cerrar temporalmente, y su reapertura dependerá —dice su dueño— de las acciones concretas que la Policía adopte para frenar la violencia en la zona.


