La implementación del estado de emergencia en Lima Metropolitana y Callao trae consigo una serie de medidas extraordinarias en los centros penitenciarios, destinadas a reforzar la seguridad y el control en los penales.
Según detalló Walter Martínez, ministro de Justicia y Derechos Humanos, los horarios de visita para los internos se han modificado: quienes pertenecen al sistema cerrado ordinario —aquellos con conducta regular y sin riesgo— recibirán visitas una vez cada siete días. En contraste, los internos del sistema cerrado especial, con antecedentes de violencia o intentos de fuga, podrán recibir visitas una vez cada 15 días. Además, solo se permitirá la visita de familiares hasta el cuarto grado de consanguinidad y segundo de afinidad.
POLÍGRAFO EN PENALES
Martínez también informó sobre los apagones eléctricos en los penales: la energía se limitará únicamente a la iluminación, quedando prohibido el uso y carga de dispositivos electrónicos. Otra medida que ha llamado la atención es que el personal del INPE será sometido a pruebas de confiabilidad mediante polígrafo, con el objetivo de garantizar la transparencia y evitar la infiltración de bandas criminales en los centros penitenciarios.
Julio César Burga, secretario del sindicato de trabajadores del INPE, calificó esta medida como “normal” y destacó que, además de los agentes penitenciarios, deberían evaluarse también los altos mandos policiales y de las fuerzas armadas. Finalmente, el decreto supremo contempla el desmontaje y destrucción de antenas de telecomunicaciones ilícitas, utilizadas por grupos delictivos para operar desde el interior de los penales.