Las manifestaciones del 27 y 28 de setiembre en Lima dejaron escenas de violencia y daños materiales en puntos críticos de la ciudad, según registros de cámaras de videovigilancia y drones. Las zonas más afectadas fueron la Plaza San Martín, avenidas Nicolás de Piérola, Abancay y el área del puente Acho.
Entre los hechos más graves, se observó a un grupo de vándalos intentando cerrar el paso vehicular con separadores viales debajo del puente Acho. Al intentar avanzar una cúster, los manifestantes golpearon la unidad y encendieron los separadores. En la misma zona, un efectivo policial motorizado fue derribado de una patada, mientras que otra bola de fuego lanzada contra un agente terminó prendiendo parte de su indumentaria.
Además, estructuras metálicas utilizadas para trabajos de refacción en la Plaza San Martín fueron derribadas para servir como barricadas. Los agresores también intentaron incendiar buses recolectores de basura y atacar la fachada de vidrio de la sede principal del Ministerio Público, generando preocupación por la seguridad de la ciudad.
CIFRAS
La Municipalidad de Lima estimó que los daños superan los 2 millones de soles, afectando el patrimonio histórico, la actividad turística y el comercio local. Renzo Reggiardo, teniente alcalde de la capital, indicó que la cifra podría incluso duplicarse al considerar todos los perjuicios ocasionados durante las protestas.