La inseguridad golpea nuevamente al transporte público en Lima. Las empresas Nueva América, La 73 y Corazón Valiente suspendieron sus operaciones en los últimos días tras recibir amenazas de extorsión que ponen en riesgo la vida de sus choferes.
Las cocheras de estas líneas muestran decenas de buses estacionados y conductores reunidos, imposibilitados de salir a trabajar por temor a represalias. A través de mensajes extorsivos, los delincuentes advirtieron que asesinarían a un chofer si las empresas no accedían a sus exigencias.
PERJUICIOS ECONÓMICOS
La paralización ha generado graves perjuicios no solo para los transportistas, sino también para los usuarios. La ruta de Corazón Valiente, que conecta Villa María del Triunfo con Chorrillos, y la de la línea 73, que atraviesa avenidas como Primavera, San Juan y Universitaria, han dejado a miles de pasajeros sin movilidad directa, obligándolos a realizar múltiples transbordos con un costo mayor. En tanto, Nueva América, que recorre la avenida Túpac Amaru desde Carabayllo, evalúa incluso suspender su servicio de manera definitiva.
Según Miguel Palomino, dirigente del sector, más de 48 conductores han sido asesinados en lo que va del año. Sin embargo, cifras actualizadas por el especialista en seguridad Renzo Caballero revelan que la situación es aún más alarmante: entre enero y agosto de 2025 ya se contabilizan 106 muertes de choferes, lo que equivale a entre tres y cinco asesinatos por semana.