La violencia y la extorsión han empujado a un profesional de la salud del Callao a tomar la decisión más dolorosa: abandonar su centro médico y exiliarse junto con su familia. Desde junio viene siendo víctima de una seguidilla de ataques armados y explosivos que han puesto en riesgo no solo a su entorno cercano, sino también a pacientes y trabajadores de su clínica.
Una ola de ataques que no se detiene
El médico relató que las amenazas empezaron a mediados de año con la exigencia de un cupo de 50 mil soles. Al no ceder a los extorsionadores, primero balearon la vivienda de su madre, luego atacaron la propia clínica y, más recientemente, dejaron un explosivo en el ingreso de su local en la avenida Pacasmayo. En cuestión de segundos, la detonación destrozó vidrios y deformó rejas, confirmando que los criminales no se detendrían.
Los vecinos de la zona aseguran sentirse atrapados en una rutina de miedo. Señalan que la avenida, oscura y silenciosa durante la noche, se convierte en un terreno propicio para estas emboscadas. Pese a sus constantes pedidos, la presencia policial resulta insuficiente para frenar la inseguridad que azota al distrito.
Frente a esta situación, el dueño de la clínica Perú Cuba anunció que se ve obligado a cerrar definitivamente sus puertas. Reconoció que no puede seguir poniendo en riesgo la vida de pacientes ni del personal, por lo que optará por dejar el país junto con su familia, que ya se encuentra en el extranjero desde que comenzaron los ataques.