En la zona de San Genaro, en Chorrillos, se levanta desde hace 13 años una imponente pero inconclusa construcción que prometía ser un complejo deportivo de primer nivel con capacidad para albergar a más de 15 mil personas. Sin embargo, en lugar de deportistas y público, el espacio de cinco hectáreas acumula montones de tierra, desperdicios y vehículos de carga pesada.
El proyecto, iniciado en 2012 durante la gestión del exalcalde Augusto Miyashiro Yamashiro —sentenciado por negociación incompatible—, presenta serias deficiencias estructurales. Según un informe de El Comercio Data, la obra se ejecutó “al caballazo”, sin expediente técnico y con múltiples irregularidades, como columnas mal alineadas y barandas de metal mal instaladas. Paradójicamente, en el estadio aún se exhibe una placa dorada de inauguración con el nombre del exburgomaestre.
La construcción se encuentra paralizada desde diciembre de 2022, sin posibilidad de reinicio al no contar con expediente técnico. El actual alcalde de Chorrillos, Fernando Velasco, indicó que contrataron a una empresa privada para evaluar los daños estructurales. Los primeros informes señalan que el complejo podría culminarse reforzando columnas y otras áreas críticas, aunque el costo ascendería a unos 10 millones de soles.
NO HAY RAMPAS Y ASCENSORES
El panorama se complica porque el estadio carece de rampas y ascensores para personas con movilidad reducida, además de no contar con estudios de impacto vial ni ambiental. Mientras tanto, vecinos que llevan décadas esperando la culminación del complejo deportivo se resignan a ver cómo la obra, anunciada como símbolo de progreso, se convierte en otro monumento al abandono y la improvisación en la gestión pública.