La minería ilegal en Pataz, región La Libertad, no da tregua. La ampliación del Reinfo (Registro Integral de Formalización Minera) y el crecimiento de la criminalidad organizada han generado un escenario crítico que obligó al Gobierno a declarar el toque de queda desde hace cuatro meses, aunque sin resultados concretos.
En exclusiva, Panamericana Televisión llegó hasta la provincia liberteña, donde el Ejército mantiene el control del orden interno. Sin embargo, los mineros ilegales continúan extrayendo oro y plata amparándose en el Reinfo, lo que facilita sus operaciones.
Las organizaciones criminales actúan en distritos como Guayo, Guailillas, Parcoy, Buldibuyo y Pías, además de zonas altas como Zarumilla, Santa María, Los Alisos y parte de Suyubamba. Allí se excavan socavones en los cerros y, solo en el distrito de Pataz, se estima que 30 camiones diarios extraen mineral valorizado en más de 9 millones de soles en oro, evadiendo los controles del comando unificado del Ejército.
CAMINO A BOLIVIA
El recorrido del oro empieza en Pataz y cruza el puente Chagual sobre el río Marañón, donde apenas cuatro policías ambientales verifican la documentación de los trabajadores que deben tener Reinfo para circular. Luego, los camiones pasan por la provincia de Sánchez Carrión, Huamachuco y Quiruvilca, hasta llegar al parque industrial de La Esperanza, en Trujillo, donde la roca con mineral es procesada por empresas formales.
Pese a que esta ruta es conocida por las autoridades, el Reinfo permite que los vehículos circulen sin mayores restricciones. Según investigaciones criminales, gran parte del mineral tendría como destino Desaguadero, para cruzar la frontera con Bolivia mediante el contrabando, donde incluso sería adquirido por el Banco Central de Reserva de Bolivia debido a la escasez de dólares, antes de ser exportado a otros mercados internacionales.
En el marco de la lucha contra la minería ilegal, el Comando Unificado de Pataz incautó recientemente armas y explosivos durante el operativo “Centauro”, realizado en una bocamina del centro poblado Pueblo Nuevo. La intervención contó con la participación de la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas.