Las celebraciones por el 28 de julio convocaron a cientos de ciudadanos en el Centro Histórico de Lima, quienes aprovecharon el feriado por Fiestas Patrias para compartir momentos en familia y rendir homenaje al Perú. La jornada se vivió entre música, colores y platos típicos, en un ambiente que unió tradición y sentido de comunidad.
Uno de los espacios más visitados fue la Alameda Chabuca Granda, donde los asistentes pudieron disfrutar de una variada oferta de dulces y bocadillos peruanos. Desde mazamorra morada hasta butifarras y picarones, el recorrido gastronómico fue una de las principales atracciones para quienes buscaban reencontrarse con los sabores de siempre.
Más allá de la comida, muchos ciudadanos optaron por actividades culturales, como visitar museos y recorrer los alrededores del Palacio de Gobierno. Las calles del Centro Histórico de Lima se convirtieron en un escenario para la celebración, pero también en un espacio para reflexionar sobre la situación del país.
PREOCUPACIÓN CIUDADANA
Varios asistentes coincidieron en que, si bien es importante celebrar, no se puede dejar de lado uno de los problemas que más aquejan a la población: la inseguridad ciudadana. En declaraciones a medios de comunicación, hicieron un llamado a las autoridades para que se tomen medidas urgentes y efectivas frente a la creciente ola de delincuencia que afecta la tranquilidad de las familias peruanas.
