Tras 12 días de viaje, el primer lote de trenes donados a Lima llegó finalmente al puerto del Callao y fue presentado en un acto público encabezado por el alcalde de Lima, Rafael López Aliaga, que incluyó un concierto del Grupo Néctar. Sin embargo, la celebración ha quedado opacada por cuestionamientos de la Sunat, que ha solicitado explicaciones urgentes sobre el valor declarado de estas locomotoras.
Y es que mientras la Municipalidad de Lima tasó los trenes en 822 millones de soles, la empresa Caltrain —que realizó la donación— consignó en documentos un valor inferior a 5 millones de dólares. Esta abismal diferencia ha generado sospechas, y la Sunat exige una justificación clara para definir los montos correspondientes a los tributos de importación, aunque, al tratarse de una entidad pública, los trenes habrían sido desaduanados bajo un régimen de control posterior.
Pese a las críticas y observaciones, López Aliaga ha restado importancia al asunto y atribuye los cuestionamientos a motivos políticos. “Hasta la Sunat me ha mandado embargar los trenes. No se dan cuenta que nadie los va a querer”, expresó durante su discurso en la presentación realizada en el Parque de la Muralla. Por su parte, el ministro de Transportes, César Sandoval, insistió desde Loreto en que se deben seguir todos los procedimientos técnicos y legales antes de implementar el proyecto.
ATU SE PRONUNCIA
Mientras tanto, la Autoridad de Transporte Urbano (ATU) advirtió que aún falta mucho para que estos trenes operen. “Como mínimo, tomará un año seleccionar al operador y ejecutar las obras necesarias”, afirmó su vocero José Vilela. Así arranca la semana para el polémico proyecto ferroviario de la comuna limeña: trenes ya en territorio nacional, pero sin fecha clara de funcionamiento y con serias dudas por resolver ante la Sunat.
